El aparato digestivo, el coronavirus y el confinamiento
Antonio Barrasa Shaw • 16 de marzo de 2020
Es un viejo dicho entre cirujanos digestivos, que el que mueve las piernas, mueve el corazón, … y los intestinos. Y uno de los motivos para animar a los pacientes a deambular en el postoperatorio, es para que recuperen el tránsito intestinal.
Porque, efectivamente, el ejercicio físico es uno de los pilares en el tratamiento del estreñimiento. Y ese ejercicio físico queda inevitablemente limitado en este periodo de confinamiento al que nos ha reducido el coronavirus. Es por esto, que es importante seguir unas pautas que nos permitan mantener un ritmo intestinal saludable y evitar tener que acudir a urgencias por trastornos digestivos relacionados con el estreñimiento.
En ABarrasa Servicios Quirúrgicos te recomendamos que estos días prestes atención a tu ritmo intestinal y que valores estos consejos:
1. No olvides beber líquidos. Pasar horas quieto, viendo la tele o en el ordenador nos distrae y puede hacer que prestemos poca atención a la sed.
2. Reduce la ingesta calórica diaria. Si no lo vas a quemar, mejor no consumirlo.
3. Tienes mucho tiempo para cocinar. Evita las comidas precocinadas y aprovecha para disfrutar de ensaladas, frutas y verduras.
4. Recuerda que los cereales deben ser integrales para proporcionar la fibra necesaria para mejorar el tránsito intestinal.
5. Fíjate que realices al menos una deposición cada dos días. No dejes que el cambio de rutina te impida reconocer un retraso en el tránsito intestinal.
En último lugar, te recuerdo que si tienes alguna duda, he puesto a disposición un chat gratuito en el que poder consultar dudas en este tiempo tan anómalo.
¿Le han sido útiles estos consejos?¿Tiene alguna duda o necesita alguna aclaración? Por favor, comente. Además de poderle aclarar las dudas, sus comentarios también serán útiles para otros pacientes. Gracias.

Resulta curioso ver cómo reacciona el ser humano. Muy pocas personas se lo piensan dos veces cuando les dices que hay que hacer una biopsia o extirpar una mancha que ha aparecido en una radiografía o un TAC y del que no eran conscientes, solo porque existe un pequeño (muchas veces menor del 10%) riesgo de que sea maligno. Sin embargo, cuando les recomiendas una intervención para la obesidad, que les está causando dolores articulares, hipertensión o diabetes y que les multiplica el riesgo de cáncer o infarto, le dan una y mil vueltas antes de decidirse.